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sábado, 31 de agosto de 2019

Tiempos de Esperanza. Emilio Lara. Reseña




Año 1212, mientras Europa está inmersa en el período de las guerras cruzadas para liberar Tierra Santa de manos turcas, un tropa de niños capitaneados por Esteban de Cloyes avanza por toda Francia en un ambiente festivo y jubiloso. Pretende recuperar Jerusalén de forma pacífica, solo con la ayuda de Dios gracias a su fe. Mientras tanto, en los Estados Pontificios se vive auténtico pánico al ejército del califa Al-Nasir. El califa almohade sevillano ha jurado que sus caballos abrevarán en las fuentes de Roma y derruirá la catedral de San Pedro para construir una mezquita. Se albergan serias dudas de que los reyes peninsulares puedan parar los deseos del musulmán. En esos tiempos de fanatismo se presenciaban por toda Europa asaltos a barrios judíos mientras que los pocos supervivientes deben tratar de esconderse y sobrevivir como mejor se pueda.


La novela discurre en diversos planos. Por una parte vivimos de cerca el periplo de Esteban de Cloyes recorriendo Francia hasta Marsella por los ojos de tres niños. Allí se encuentran un atmósfera de esparcimiento y festividad pero también se encuentran ciertos sacerdotes con intenciones maliciosas hacia los niños, además de unos caballeros que los siguen a cierta distancia misteriosamente. Dos judías, Raquel y Esther, huidas de un pogromo en Narbona intentan llegar a Marsella donde el marido de una de ellas les puede ayudar a empezar una nueva vida en algún sitio donde puedan vivir en paz. Y un sacerdote vaticano a quien miran con recelo todos los cardenales intentará ayudar a esos niños cruzados para que no perezcan de hambre y sed al llegar a la costa francesa; donde el pastorcillo de Cloyes quiere que Dios le abra las aguas del Mediterráneo como hizo con Moisés para tener el camino expedito hasta Jerusalén.


La trama se desarrolla a buen ritmo y con fluidez, la Época Medieval fue apasionante y no deja indiferente a nadie. A veces se cometen actos muy crueles y atroces que no son aptos para nuestra mentalidad moderna. Asimismo, la historia está plagada de detalles y guiños a la Historia dignos de mención. Durante la travesía, muchos niños sufren alucinaciones y apariciones místicas, eso se debe a que en muchas cosechas brotaba el Cornezuelo de Centeno, un hongo alucinógeno del que posteriormente se extraería la actual droga LSD. En Roma los cardenales no respetan sus votos de castidad y pobreza y muchos de ellos tienen familia y mujeres amancebadas, el Papa se muestra muy comprensivo en ese aspecto. También aparecen durante la historia los cátaros, aquella escisión cristiana que predicaba el ascetismo y el rechazo a los placeres mundanos, unos hippies medievales.


Hay divergencia de si la cruzada de los niños existió o no realmente. Según parece la historia de Esteban de Cloyes ocurrió al mismo tiempo que Nicolás inició un movimiento semejante en la zona del Rin en la actual Alemania. Según parece estas peregrinaciones no tenían rumbo fijo y eran fruto de los cambios económicas que se vivían aquella época y del fervor religioso. Como dato curioso sabed que estas historias de cruzadas formadas por niños probablemente inspiraron a la fábula de “El flautista de Hamelín” que actualmente todos conocemos.

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