Últimamente hemos estado viendo como Alemania está a punto de entrar en crisis debido a la contracción industrial que está sufriendo ( Una de las mayores desde 2009, el año de la crisis mundial).
La pregunta que deberíamos hacernos es: ¿Entrar en recesión es entrar en crisis obligatoriamente? La respuesta es no. Una recesión es una contracción del PIB durante dos trimestres consecutivos, eso nos indica que hay problemas, la gente está dejando de consumir, el desempleo aumenta y la inversión disminuye.
Se puede salir de la recesión al igual que se sale de las crisis, pero, el caso de Alemania es preocupante, es una potencia exportadora a nivel mundial y que sufra una contracción industrial hace temblar a mucha gente. Hay gente que piensa que si Alemania entra en recesión es muy probable que se avecine una crisis mundial, ¿por qué piensan eso?.
No es únicamente por la situación alemana, hay otros factores, como por ejemplo la guerra comercial de EEUU con China que están afectando al comercio mundial o las elecciones Argentinas que han habido recientemente donde Alberto Fernández con Cristina Kirchner han logrado el 47% de los votos.
En el caso de la guerra comercial se puede ver claro dónde está el problema, en el aumento de los aranceles tanto estadounidenses como chinos (además que Donald Trump también le ha echado el ojo a Europa y no se descarta que también le suba los aranceles a países europeos).
En las elecciones Argentinas, el problema también está muy claro, la previsible victoria de Alberto Fernández y la entrada en el gobierno de Cristina Kirchner, hacen ver a todo el mundo que Argentina seguirá yendo por el mismo camino y no habrá cambios, y si los hay, será para peor.
Que Alemania entre en una recesión es muy preocupante pero por si solo es difícil que vaya a provocar una crisis, ahora bien, si Alemania entra en recesión con este panorama mundial, puede ser un detonante perfecto para el cóctel explosivo que es la economía actual.
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